En
el bloque tres, hablaré sobre la hora del cuento.
La
hora del cuento es el momento para trabajar con libros y cuentos en el aula, ya
sea con compañeros, con abuelos, con los profesores, o con gente a la que
invitemos a venir a clase. En ella se trabajará el interés de los niños por la
lectura mediante animaciones, cuentacuentos, narraciones, lecturas, teatrillos,
etc. este concepto es muy amplio y muy flexible, ya que es una hora general
para toda la clase, y no podemos trabajar sólo con un grupo reducido de niños,
sino que deben estar todos presentes.
La primera función de la hora del cuento es
despertar en los estudiantes la apetencia del libro. Este encantamiento del cuento (o texto en
general) bien leído produce un encuentro entre personas de distintas edades,
uniendo a quien narra el cuento y quien lo escucha. Esto permitirá entrar en la segunda fase y
función de la hora del cuento, la del diálogo.
“En nuestro modo de comprender esta actividad, pensamos que la hora del
cuento cumple su función más profunda: la de aprovechar el encantamiento que la
narración oral produce en el niño, para luego conversar con él en torno a los
temas que el cuento nos entrega”.
Esta
virtud del buen contar hace que el niño entre en la magia, y así, el aprender
se hace liviano: comienza la curiosidad por aquello que los libros contienen,
por el mundo que se abre a través de la palabra.
La
hora del cuento abarca tres grandes estrategias, y cada una de ellas deriva en:
la lectura, la narración y el cuentacuentos.
En
primer lugar tenemos que diferenciar entre leer un cuento y narrar un cuento. Leer
un cuento es recorrer un texto, expresando lo que se dice. Mientras que se lo
leemos, no debemos enseñarles las imágenes, para que ellos se lo imaginen todo.
Los cuentos más recomendados son cuentos de autor, como “Adivina cuanto te
quiero”.
Mientras
que narrar un cuento, es relatar, contar el cuento. En esta estrategia, el
narrador es más libre y espontáneo, se mueve, observa al auditorio, gesticula,
usa sus ojos y manos. No nos debemos dedicar a leer todo el cuento, sino
simplemente alguna frase que no queremos que se pierda su belleza artística.
Debemos de írselo contando, haciendo nuestra propia versión, y de este modo, lo
podremos adaptar a nuestra clase según nos convenga, por lo que es muy bueno
utilizar, (como hemos visto en el tema anterior) cuentos folclóricos, o
inventados por mí.
·
Importancia de la hora del cuento:
Como
expliqué en el tema anterior, para Gianni Rodari los cuentos son la materia
prima para los primeros coloquios entre la madre y el hijo. Sus palabras tienen
un peso y una fuerza inigualables porque han sido fijadas una a una, en un
proceso de creación colectiva. Desde los primeros años el niño ha de tener un
instrumento que le ayude en su fantasía a construir sólidas estructuras, a
reforzar su capacidad de imaginación. Este instrumento es el cuento.
Los
cuentos abren al niño un amplio abanico de posibilidades que, en su pequeña
experiencia cotidiana, posiblemente no hubiera imaginado nunca por su variedad
de temas, situaciones, ambiente y personajes.
A
partir del cuento el niño conocerá la bondad de unos, la difícil vida de
ciertas personas, los problemas y luchas por la existencia entre los hombres y
entre los animales, los diferentes tipos de vida según ambientes y sociedades,
y cómo se pueden ver las cosas a través de otros ojos.
Para
Bruno Bettelheim, lo que tienen de positivo muchos cuentos es que plantean una
serie de situaciones problemáticas que el héroe o protagonista de la historia
–con el que el niño tiende a identificarse- acabará solucionando.
La
importancia de los cuentos en la creación del hábito lector y en la
construcción del itinerario lector de cualquier persona es algo fuera de toda
duda. Por eso creo que tanto padres como bibliotecarios y maestros deben
ampliar su formación sobre este recurso didáctico porque les permitirá asumir
su parte de responsabilidad en la formación lectora de los niños con mayor
seguridad y rigor.
·
Ventajas que aportan los cuentos a los
niños:
Su
función principal es proporcionarles alegría y emociones, a la vez que nutre y
estimula su espíritu, extendiendo la atmósfera del aula, de la biblioteca y del
hogar.
Con
él, ejercita los músculos emotivos de su inteligencia y su memoria, ya que no
hay que olvidarse que el cuento se ha ido conservando y transmitiendo de
generación en generación gracias a fácil memorización. También abre nuevos
horizontes a su imaginación, despertando su espíritu creador; haciendo ejercitar
su fantasía, ofreciéndole la oportunidad de formar y/o deformar todo lo que le
rodea, y posibilitándole situarse en mundos distintos al real.
Permite
a los niños comprender muchos de los hechos y realidades con los que vive a
diario y que, en su mente infantil, no parecen tener explicación, estimulando
la observación a través de las láminas que ilustran los cuentos.
Ayuda
a formar hábitos de atención y puede vislumbrar alguna explicación a muchísimos
eventos y hechos que acontecen, por primera vez, ante sus vírgenes y atónitos
ojos.
Le
permite establecer una comprensión oral correcta en la narración por parte del
niño, descubrir la relación entre el comienzo, el nudo y el desenlace de una
historia, a la vez que enumera las acciones que realizan los personajes de los
relatos.
Aprender
a narrar, a expresarse oralmente, al tratar de repetir los cuentos o
dramatizarlos, posibilitando la exposición oral de los cuentos, con argumentos
conocidos o inventados y enriqueciendo y completando el vocabulario del niño:
introduciendo frases y términos nuevos y ampliando el significado de otros
términos usuales.
Y
favorecer la elocución con la pronunciación correcta de palabras nuevas o de
difícil vocalización, y distinguir sonidos onomatopéyicos relacionados con
acciones, ruidos, animales, etc.
También
trabajarán la memoria a medio-corto plazo, al relacionar las diferentes ideas,
pero no tiene por qué ser la primera vez que se les cuente un cuento.
Es
decir, les transmitimos tanto el gusto por la lectura, como la manera de
tratarlos, con un comportamiento adecuado, cuidándolos lo mejor posible para su
correcto uso.
Daniel
Pennac ha dedicado parte de su obra a la reflexión sobre la escuela y la
lectura. Este segundo aspecto lo aborda en Como una novela, libro
en el que trata de enumerar y analizar las causas por las que un lector en
ciernes se convierte en un renegado de la lectura que huye de las páginas
escritas como si éstas representaran el peor de los castigos.
Sin
afán de analizar todas las ideas que Pennac aborda en su libro y sin
intención jerárquica, podemos empezar por los propios padres que tratarán de
completar el tiempo de su hijo en una lucha contra el reloj y a favor de la
ansiedad, con todas las actividades extraescolares que impidan el
pecaminoso aburrimiento o que acredite la buena salud económica familiar y la
preocupación por nuestros hijos. El tiempo para madurar lentamente una novela,
para saborearla, queda eternamente aplazado. Los padres tampoco son una
referencia válida en muchos casos; el lamento de que mi hijo no lee suele
provenir de quienes tampoco lo hacen.
La
escuela es otra gran destructora de lectores en potencia. Convirtiendo la
lectura, ese placer ameno, en una obligación monótona y repetitiva, cumpliendo
unos programas que suelen comenzar puntualmente en autores medievales
y rara vez culmina en una Literatura más próxima.
·
Papel del maestro:
El
éxito del cuento depende en gran parte del narrador, captando toda la emoción y
el interés desde el principio.
Se
narrará realizando una pronunciación correcta, pausada, para facilitar la
audición, empleando un tono de voz media, que nos permita el susurro y el
grito, utilizando diversas inflexiones de voz para expresar los distintos
sentimientos, variar las entonaciones y contar como si estuviéramos viviendo.
La
narración irá impregnada de vida, de colorido, de matices de voz, de gestos y
ademanes, de acciones mímicas, identificándose el narrador plenamente con los
personajes para que se viva la historia. Tiene que preparar minuciosamente su
actuación, cuidando cada detalle, adecuando su relato a la audiencia,
utilizando palabras expresivas y motivadoras, su actitud ha de ser amable, casi
tierna, sin perder de vista en ningún momento a los niños, y teniendo confianza
en sí mismo para que vibre con el relato y lo sienta íntimamente.
El
maestro debe narrar con los niños a su alrededor, en semicírculo, nunca detrás,
para que pueda observar todas las acciones y gestos mientras mira a todos
buscando la expresividad, captando la atención de los pequeños, y logrando una
compenetración íntima con el auditorio.
El
narrador será el encargado de cuidar con precisión el ritmo, el gesto, la pausa
que marca el final de cada frase, cerrar las descripciones, aumentar la intriga
del desenlace, asegure el buen orden de la narración, ofrezca al niño la oportunidad
y el tiempo necesario para asimilar lo que acaba de escuchar y aumente el deseo
de escuchar lo que viene a continuación.
Debe
transmitirse la esencia del relato, su sabor característico, su punto de vista
(humorístico, patético, instructivo…) mediante un vocabulario claro, sencillo,
lógico, con entusiasmo y naturalidad, haciendo que el interés crezca progresivamente,
velozmente, para terminar con un final efectivo.
Pero
no sólo cuenta la voz. Los gestos envuelven, enganchan, impresionan; los ojos
atraen la atención; las manos captan el interés, imprimen fuerza y
expresividad.
No
hay que olvidarse del tiempo que pueden estar los niños escuchando, porque
saben hacerlo, pero a partir de los 15 minutos dejan de escuchar y no se
enteran, o dejan escapar muchos detalles. Por lo que nos tenemos que ajustar en
tiempo, en contenido y en gustos a su edad, porque somos nosotros quienes
llevamos las riendas, interactuando con ellos para que sigan atentos.
La
primera vez que les contemos o leamos un cuento, no se van a enterar de todos
los contenidos de éste, puesto que la atención de cada alumno es diferente, y
cada uno de ellos se fija en unos aspectos que otros quizás dejen escapar, pero
nunca en todo, por eso les encanta escuchar el mismo cuento una y otra vez,
porque siempre se darán cuenta de algo nuevo.
En
el aula, debemos variar el tipo de cuentos: cuentos populares, cuentos de
autores modernos, historias protagonizadas por animales, personajes humanos, relatos
fantásticos o realistas, para que los niños puedan disfrutar de todo tipo de
historias diferentes y así hacerles reflexionar, porque en cada uno de ellos
hay diferentes valores.
·
Preguntas antes, durante y después del
cuento:
Actividades previas a la
lectura. Se
presentará lo que se va a leer o a contar, haciendo una breve introducción para
animal a la escucha y a la lectura mediante el diálogo para que participen y se
queden relajados mientras escuchan el cuento.
En
esta etapa, lo importante es activar los conocimientos previos, es decir, entregar información que ya se conoce sobre
un tema; y formular los propósitos del texto que nos presentan, señalar lo que
esperas del texto.
Por
ejemplo, activemos los conocimientos previos del título “Mi primera visita al
doctor” a partir de preguntas, conversaciones, relato de experiencias,
etc.:
-
¿Has ido alguna vez al doctor?
La
respuesta puede ser sí o no.
- ¿Cómo ha sido tu experiencia?
La
respuesta puede ser una experiencia mala o buena.
- ¿De qué crees que hablará el tema?
La
respuesta puede ser: sobre una persona que va al doctor.
Todas estas respuestas dependerán de lo que cada uno ha vivido en relación al tema y lo que conoces respecto de él.
En
definitiva, en esta etapa de la comprensión lectora, él debería responder
a las siguientes preguntas:
- ¿Qué
sé de este tema?
- ¿Qué
quiero aprender?
Actividades
durante la lectura, sólo se realizarán si es necesario, si es muy largo
el cuento para que participen.
En
esta etapa el lector se está enfrentando al texto y comienza a ver si lo
señalado en las actividades de la etapa anterior concuerda con la lectura. Así,
comprueba si la información entregada a partir de la activación de los
conocimientos previos coincide con lo que le está entregando el texto.
Otra
actividad que se realiza durante la lectura es la siguiente:
Comenzar
a leer y detenerse en el primer párrafo o en la mitad de la historia, para
realizar preguntas como: ¿qué pasará a continuación? Así, se realizará
supuestos o conjeturas de lo que viene a continuación.
También
es de gran utilidad contar en voz alta lo que se ha leído para ver qué se ha
comprendido en el momento. La realización de preguntas sobre el contenido del
texto ayudan mucho para ir entendiendo mucho mejor los hechos o sucesos que van
ocurriendo.
Actividades
después de la lectura. Haremos una primera parte más subjetiva con
preguntas como: ¿os ha gustado?, ¿cuál os parece que es el mejor personaje?,
¿qué título pondríais vosotros?, ¿qué cambiaríais del cuento?, etc. y las
segundas preguntas más objetivas.
·
Diferentes estilos:
Veremos
las tres posibles estrategias de usar en la hora del cuento. Para saber la
técnica más apropiada para cada clase, hay que fijarse con las edades de los
niños, en sus gustos, en la longitud del texto, en el vocabulario, etc.
Estas
tres estrategias debemos saber utilizarlas correctamente, acompañándolas de
materiales adecuados y de calidad, porque ante todo a los niños debemos darles
calidad.
1. Narración
con libro:
Es la más utilizada en el aula del
primer ciclo de educación infantil. Consiste en contar un cuento de un libro
que tengamos en el aula. Se enseñarán las imágenes del libro, haciendo
referencia a ellas, señalándolas y trabajando el razonamiento icónico (entender y aceptar que hay cosas que
representan a la realidad pero no son realidad, sino que simplemente son
dibujos) con el objetivo de que disfruten y pasen un buen rato, mientras que
les acompañamos en sus primeros contactos con los libros, aprendiendo a
secuenciar las imágenes, siendo lo más expresivas y buenas posibles, que
representa de una forma adecuada y comprensible los sentimientos, que los
personajes aporten lo más posible al niño, que entre ellos sean diferentes y
que puedan ser reconocidos por los niños.
Esta transmisión
se puede llevar a cabo con un libro tamaño grande o adecuado para que todos los
niños consigan ver las ilustraciones, con Power Point, con ayuda de las TIC,
entre otros métodos.
Por
ejemplo, podemos utilizar como base este vídeo, y a partir de ahí nosotros ir
contando la historia.
Además de desarrollar el razonamiento
icónico, esto hace que presten mucha más atención, aun sabiendo, como he
nombrado con anterioridad, que su atención es limitada, por lo que les debemos
enganchar con las imágenes, haciéndolas muy dialogantes.
2.
Lectura:
Esta estrategia es más recomendable
para el segundo ciclo de educación infantil, aunque también se puede hacer en
el primer ciclo. Por ejemplo con el libo “Un bicho extraño”.
Como su nombre indica, consiste en
leer un texto, reproducir literalmente lo que dice el texto, ya puede ser un cuento,
libro con ilustraciones, una página, etc. En todo momento debe ser lectura,
aunque cabe la posibilidad de que sea interrumpido con preguntas, o por algún
niño
Debemos buscar un texto que sea “muy
rico”, es decir, que sea artístico, especialmente de autor; pero también
tenemos que tener en cuenta la longitud del cuento, ya que es un tema muy
importante debido al tiempo de atención suya.
Un libro muy adecuada para todo el
segundo ciclo de educación infantil es “Adivina cuánto te quiero”.
La lectura debe ser correcta, utilizando una
entonación adecuada, respetando las pausas, no modificando las voces y haciendo
que sea un proceso continuo, es decir, que no paremos a mitad de la historia
para contar algo o hacer preguntas, esto debe hacerse una vez finalizada la
lectura.
También es importante no mostrarles las imágenes del
libro a la vez que lo estamos leyendo, es mejor leerlo y después
enseñarles las imágenes ya que así a parte de desarrollar su
imaginación, aprenden a respetar los turnos y a esperar.
3.
El cuentacuentos:
También,
como su nombre indica, consiste en contar cuentos, sin apoyo visual. Es la
forma más antigua de transmisión literaria, es como se ha hecho durante toda la
vida gracias a la palabra, transmitiendo sensaciones, emociones, sentimientos,
etc.
Se
puede realizar en el primer ciclo, o en el segundo de educación infantil,
dependiendo de la longitud, de los gustos, etc., aunque quizás es algo más
recomendable para alumnos del segundo ciclo, puesto que es la que más
desarrolla la imaginación ya que al no tener imágenes, el receptor es donde más
utiliza la imaginación.
Es
importante que los niños no tengan imágenes en la cabeza acerca del cuento que
les vamos a contar ya que si no fuera así no desarrollarían la imaginación
tanto como si no tuviéramos conocimiento alguno acerca de la historia. Por eso
es conveniente que los cuentos que les contemos no les sean conocidos.
No
sólo podemos pensar cómo adaptarlo previamente a leerlo, sino que también,
mientras lo contamos y vemos las reacciones ante el cuento, lo podemos ir
adaptando.
Nos
podemos ayudar de marionetas, siendo nosotros el narrador, y utilizando como
apoyo visual dichas marionetas; otra forma es representar ellos el cuento, de
forma dramatizada, siendo cada uno de ellos uno de los diferentes personajes
que aparecen; también nos podeos disfrazar contárselo con la mascota de la
clase como si fuera ella el narrador, con muñecos de trapo, etc.
Para
que quede más claro, aquí dejo un video en el que queda muy claro el
cuentacuentos cuentacuentos
Y con todas las
nuevas tecnologías y avances actuales, también existen video de cuentacuentos en los que desde tu
casa, con el ordenador puedes interactuar con el cuentacuentos, cuentacuentos
·
Enseñar
o no las imágenes:
Un tema de gran debate es si se deben enseñar o no
las imágenes. Es muy fácil:
En la narración con libro es obligatorio enseñarlas.
En el cuentacuentos es obligatorio no enseñarlas,
Y en la lectura hay tres opciones:
1. No
enseñarlas para que se lo imaginen.
2. Como
se va a realizar en el segundo ciclo de educación infantil, podemos, después
del cuento, enseñárselas y hablar sobre ello, contrastando sus ideas.
3. Enseñárselas,
como por ejemplo con el libro “Un bicho extraño”. También podemos hacer
nosotros, en un folio, por un lado las imágenes y por el otro lado el texto, y
mientas nosotros se lo leemos, ellos las van viendo.
·
Cambiar o no las voces de los personajes:
En la lectura no se deben cambiar las voces a los
personajes a no ser que sea para niños muy pequeños y nos apetezca hacerlo.
En las otras dos estrategias, nos da igual, puesto
que no va a prestar más o menos atención si se cambian o si no se cambian.
Podemos cambiarlas de un personaje a otro siempre y
cuando no existan muchos personajes, pues esto podría crear confusión en los
niños, además de que sería complicado crear varias voces distintas.
Una persona profesional puede poner incluso 11 voces
diferentes para cada personaje, siendo cada una de ellas reconocible; pero para
nosotros sería recomendable unas tres, o sin son muy diferentes cada una de
ellas, incluso cuatro, pero no más.
·
Fórmulas
para iniciar y terminar un cuento:
"Había
una vez" son las tres palabras mágicas que, por excelencia, suelen iniciar los cuentos. Sin embargo, hay
muchas fórmulas que podemos emplear para comenzar nuestras narraciones.
Tener un
repertorio de frases de inicio es muy conveniente pues evita que caigamos en la
repetición si estamos presentando un espectáculo de cuentos (aunque si el
evento es excelente la gente tal vez ni lo note).
A menos que
estemos preparando una serie de cuentos donde todos comienzan igual, siempre se
puede echar mano de distintos comienzos:
ALLÁ en los
tiempos del Rey que rabió...
AQUEL que lo
vio, corrió y me contó...
CUENTAN las
abuelas y los abuelos que...
CUENTAN los
que lo vieron, yo no estaba, pero me lo dijeron, que...
EN tiempos
de María Castaña
ÉRASE que se
era...
HACE mucho
tiempo...
PUES, señor pues,
señor...
YA ni me
acuerdo cuándo pasó, pero...
Con los finales de los cuentos pasa algo
distinto. Muchas veces caemos en la tentación de terminar una narración con el
conocidísimo "Colorín colorado". Pero no siempre esta frase es la más
adecuada.
Hay cuentos
que no deberían terminar con un "Colorín colorado". Supongamos el
hipotético caso en donde un narrador cuente un texto de Gabriel García Márquez.
Una presentación impecable podría venirse abajo en el último segundo si el
narrador decide terminar su narración diciendo "Colorín colorado".
Debemos
tener mucho cuidado de no sucumbir ante esta tentación. Sin embargo, los
cuentos fantásticos de brujas, princesas, reyes y sapos se prestan muy bien
para alguna de las siguientes frases:
COLORÍN,
colorado, este cuento se ha acabado, y el que no se levante se queda pegado.
ESTO es
verdad y no miento, como me lo contaron te lo cuento.
VIVIERON
felices, comieron perdices, y a mí me dieron con un hueso en las narices.
VIVIERON
felices, comieron perdices, y a mí no me dieron porque no quisieron.
Y aquí se
rompió una taza y cada quién para su casa.
Y así se
cuenta y se vuelve a contar, este cuentecito de nunca acabar.
Y colorín
colorete, por la chimenea salió un cohete.
Y entonces cataplán,
cataplón y cataplín, cataplín, hemos llegado a su fin.
Y voy por un
caminito y voy por otro, y si este cuento les gustó mañana voy por otro.
·
Cuentacuentos
de adultos y de niños:
Existen
cuentacuentos para niños y cuentacuentos para adultos y ambos son muy
diferentes.
Los
cuentacuentos para adultos suelen ser monólogos teatrales, hacen una
representación y ensayan para ello.
Los
cuentacuentos para niños no se pueden ensayar ya que es necesario interactuar
con ellos, debemos observarles, preguntarles cosas, etc.
Es
importante observar las expresiones que tienen sus caras, observar si les está
gustando el cuento o no, y a partir de ahí modificar el cuento ya que si les
está gustando una parte del cuento debemos alargarla o crear momentos de
intriga y viceversa.
·
Enlaces
de interés:
En estos
enlaces os comento algunas técnicas, trucos e ideas creativas a la hora de
hacer cuentacuentos, como por ejemplo con papiroflexia, globoflexia, con
marionetas; pero también para contar y narrar cuentos. Y también os dejo la
experiencia de una atividad realizada en Granada sobre la animación a la
lectura.
¡¡ESPERO QUE OS SIRVA!!
·
Bibliografía:
http://sanignacioperu.blogspot.com.es/
(para narrar)
http://www.waece.org/biblioteca/pdfs/d178.pdf
(importancia y finalidad)
http://www.youtube.com/watch?v=MM9zHF4e810&ob=av2e
(canción cuéntame un cuento-celtas cortos)
http://confiesoqueheleido.blogspot.com.es/2009/05/como-una-novela-daniel-pennac.html
(Pennac) “reflexión”
http://www.icarito.cl/enciclopedia/articulo/segundo-ciclo-basico/lenguaje-y-comunicacion/lectura/2009/12/98-7105-9-estrategias-para-lograr-una-buena-comprension-lectora.shtml
(técnicas de la lectura-preguntas)
http://www.elhuevodechocolate.com/cuentos/cuentos7.htm
(Fórmulas de los cuentos)
Está casi casi perfecto. Para ponerte perfecto me faltan los enlaces de interés. Piensa que la bibliografía hace referencia a las páginas que has utilizado para informarte y completar el tema. Los enlaces de interés son aquellos que pueden servirte en el futuro, más prácticos y menos teóricos... en este caso, páginas con estrategias sobre cuentacuentos o lectura de historias, experiencias reales en aulas, etc.
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